El pasado viernes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos amplió sus sanciones a los sectores de petróleo y gas de Irán. Invocando una orden ejecutiva de la era Trump, las sanciones tienen como objetivo cortar la financiación de las actividades malignas de Irán apuntando a sus industrias petroleras y petroquímicas. Esto incluye 17 barcos y 10 entidades involucradas en el envío de petróleo iraní, predominantemente a China. El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan enfatizó que estas medidas mejorarían la capacidad de Estados Unidos para restringir el comercio energético de Irán.
Las sanciones se producen en respuesta al ataque con misiles balísticos del 1 de Octubre de Irán contra Israel, que causó daños limitados pero aumentó las tensiones. Estados Unidos ha instado a Israel a evitar atacar los sitios energéticos o nucleares de Irán para evitar la escalada y las consecuencias económicas. Sin embargo, el Gabinete de Seguridad de Israel sigue indeciso sobre sus próximos pasos.
Mientras tanto, los precios del petróleo han estado fluctuando en reacción a estos eventos geopolíticos. El petróleo bajó después de la reunión informativa del Ministerio de Finanzas de China el sábado, que no logró ofrecer nuevos incentivos para impulsar el consumo. El crudo Brent cayó casi un 2% a primera hora del lunes antes de estabilizarse, mientras que el West Texas Intermediate cayó por debajo de los 75 dólares. A pesar de las promesas de apoyo al sector inmobiliario en crisis, la falta de nuevos estímulos fiscales dejó a los mercados insatisfechos.
Los comerciantes de petróleo están siguiendo de cerca la situación, con informes que sugieren que la represalia de Israel puede centrarse en la infraestructura militar y energética de Irán. Durante el fin de semana, un ataque con aviones no tripulados de Hezbolá mató a cuatro soldados israelíes, lo que llevó al Pentágono a enviar sistemas avanzados de defensa antimisiles para ayudar a Israel. Los precios del crudo Brent han subido alrededor de un 9% este mes debido a la posible escalada en Oriente Medio.
Las recientes sanciones estadounidenses a Irán y la volatilidad en el mercado petrolero subrayan la naturaleza interconectada de la geopolítica y la economía globales. Mientras el mundo observa el próximo movimiento de Israel, la posibilidad de una mayor escalada sigue siendo una preocupación importante, que mantiene en vilo a los mercados y a los gobiernos.